Una comunidad de propietarios quería saber lo que tenía instalado por lo que se puso en contacto con GAE ya que veía que subían continuamente a su azotea. Cuando auditamos la instalación se descubrió que la operadora había subarrendado el espacio a otra empresa (de aquí tanto tránsito) sin notificarlo y por lo tanto sin conocimiento de la propiedad. Se llegó a un acuerdo con el operador, pagando los atrasos correspondientes por el subarriendo e incrementando la renta en un 20%.